Salida desde Badajoz a las 07.00 h. Se parara a desayunar en el camino. Ruta de 18 km. con una dificultad media. Comida durante el transcurso de la ruta por ello llevar bocadillos.
La RUTA la iniciamos en la Calle Médico Emilio González, Plaza de España, Iglesia de San Marcos, C/ Reina de los Ángeles y girar a la izquierda ya en subida empinada por la C/ Arias Montano, atravesando la Ctra. . Conectamos por un amplio camino también empedrado, dejando a la derecha la Ctra. que sube al Puerto de Alájar.
Subida que nos obliga a resoplar por el desnivel que tenemos que salvar, pero reconforta el esfuerzo tras la llegada a la Peña de Arias Montano, donde podemos refrescarnos en las fuentes que brotan de los manantiales.
En la Peña, durante los festivos y fines de semana, existen tiendas de productos artesanales y cafeterías para solaz de los visitantes.
Elementos destacables son la Ermita de Ntra. Sra. De Los Ángeles, edificio heterogéneo formado por sucesivas agregaciones a un pequeño templo de origen medieval.
Llama poderosamente la atención la Espadaña flanqueada por dos garitas. Este conjunto está localizado en la pretenciosamente llamada ” muralla” , en realidad un quitamiedos protector que evita los riesgos de despeñarse sobre el núcleo de Alájar. Desde este punto las vistas son maravillosas con el pueblo a nuestros pies y a lo lejos la cuenca minera de Rio Tinto.
Tras admirar un buen elenco de árboles majestuosos como plátanos de indias, cedros, árboles del amor y pinos piñoneros de gran envergadura, iniciamos una subida mantenida por camino al principio carretero, dejando en una primera bifurcación el desvío a la aldea del Calabacino. Obviando en los cruces las salidas de la izquierda para continuar de frente. El camino se convierte en senda, escoltado por bosque de pinos y alcornoques. Conforme ganamos altura comienzan a aparecer castaños, el camino se ensancha, observando casas a un lado y otro. Pisamos al final de la subida un tramo hormigonado y giramos en la siguiente bifurcación a la izquierda.
Estamos en el rodeo al Cerro de Castaño, cuyo pico de 962 mts. és el más alto del Parque Natural. Y a su vez, este punto del camino, es el más alto de nuestra ruta que permite avistar un inmenso paraje tupido de castaños, no en vano, Castaño de Robledo a pesar de ser uno de los núcleos de población más pequeños del parque es el que tiene la mayor extensión y producción de este fruto tan importante para la economía de la zona.
La anchura del trazado que recorremos denota la presencia humana. Tomamos dirección norte y tras 500 metros y paralelos a este camino nos desviamos por una hermosa senda rodeada de robles melojos, alcornoques y madroños. Sendero antiguo empedrado, que enlazaba Castaño con otras poblaciones.
Entramos en CASTAÑO DE ROBLEDO, momento idóneo para una parada y reponer fuerzas en la Plaza del Álamo. Declarado Conjunto Histórico Artístico, cuyas fachadas barrocas y neoclásicas reflejan los momentos de máximo esplendor del asentamiento. Los elementos más interesantes de sus construcciones son las populares solanas y rejas, así como una ventana germinada entre las calles Triguero y José Sánchez.
La Iglesia de Santiago el Mayor de mediados del siglo XVI, construida a instancias de Benito Arias Montano de la que fue el primer párroco. Es una edificación con influencias góticas y añadidos posteriores de planta de cruz latina y una sola nave. Curiosamente la iglesia da la espalda al poder civil y por buscar la orientación litúrgica correcta mira en dirección opuesta al Ayuntamiento y Plaza del Álamo. A escasos 100 metros destaca la corpulenta estructura de una iglesia de enormes dimensiones conocida por los lugareños como el Monumento o Iglesia Nueva que fue iniciada en 1788 con el objeto de sustituir a la parroquia ante el crecimiento de la población, pero las obras se paralizaron en 1794 por falta de recursos económicos sin que fuera construida la bóveda, que fue añadida en 1990. Utilizada como cementerio hasta 1940. Actualmente se realizan eventos culturales y ferias de artesanía.
Desde el centro bajamos por hermosas calles empedradas contemplando bellas casas y mansiones de sabor rústico. Accedemos en una curva a la Ctra. Y salimos del pueblo por el cementerio.
A partir de aquí por un amplio camino reformado recientemente, caminamos escoltados por enormes masas de bosques de pinos. Ahora es todo el trayecto de bajada. Vemos el acceso alagunas Casas de Turismo Rural bien construidas. El descenso es pronunciado con curvas y firme hormigonado para evitar el deterioro del terreno.
Antes de llegar a los primeros cursos de agua ( arroyos, barrancos…) giramos a la derecha para apreciar la preciosa Cascada de Joyarancón que en momentos de lluvias ofrece una imagen espléndida por caídas del agua desde más de 20 metros.
Volvemos por nuestro camino para ir bajando en busca de la Ribera de Santa Ana o de los Gallizos.
Entramos en uno de los tramos más bonitos y relajantes de la ruta. Lugar denominado El Bosque de las letras Escoltados por chopos, álamos, coscojas, durillos madroños,…..que nos dan sombra y frescor a lo largo de este recorrido de unos 3 km. Atravesamos loa arroyos, riberas, por varios puentes de madera( algunos recién instalados) donde se entre cruzan varias rutas que llevan a Santa Ana la Real, Alájar, Los Riscos de Levante, etc. Por ello hay que estar atentos y seguir la de Alájar que es la nuestra.
En algunos de los puntos como es el Chorro ( cascada) de Joyarancón y otro inmediatamente tras atravesar la carretera en un recodo pegado a la ribera de Santa Ana se encuentran unas curiosas librerías , excavadas en la roca, con un perfecto cierre a salvo de las inclemencias del tiempo con libros, revistas, folletos…en su interior para descansar y leer. Muchos de ellos escritos por autores locales. También utilizados como intercambio de libros.
A lo largo de este trazado existen paneles con código de barras para abundar y examinar con profundidad estos libros y sus autores.
Todavía por este bosque de letras se aprecian numerosos huertos, algunos de ellos con recientes plantaciones de castaños, no solo de árboles frutales.
Salimos de este bello “Bosque” caminado por terreno de encinas, alcornoques y explotaciones donde el cerdo es el rey de las dehesas. Camino coincidente con el GR-26.
Siempre atentos a las intersecciones y cruces y paralelos a la carretera a nuestra izquierda , pasamos por una fuente y entramos en la aldea del Cabezuelo. La mayoría cerradas por ser viviendas de recreo. Salimos de las casas por un sendero algo más bajo que el nivel de la carretera y atravesamos el barranco de la Tejonera.
Zigzagueamos en una pequeña subida para acceder a las casas de El Collado, aldea pegada a nuestro destino. Al que llegamos por la calle Maestro Aurelio Rodríguez y al lugar que hemos aparcado el vehículo.
Javier Álvarez Domínguez.